miércoles, 30 de enero de 2008

LLENA DE PELUSA


Mi madre tenía tal bombo, que yo pensaba que un día reventaría como un huevo hervido y se le abriría una grieta en la barriga y mi hermana saldría apartando ambos lados con sus manos y me sacaría la lengua como en V.

Tenía muchísimo miedo ¿Qué saldría de aquella inmensa barriga? ¿El lagarto verde y repugnante o la niña de las estrellas?


Yo soñaba unas veces con ser yo misma la que me cargase al bicho verde... pero no me imaginaba, como la rubia buena, no, yo me imaginaba vestida de Diana y eliminando con mis propias manos a aquél bicho asqueroso que había poseído a mi madre y que me imaginaba que me iba a arruinar la vida... pero otras veces, soñaba que sería la niña de las estrellas, y viviríamos en la casa de la luna, acompañados con Laika.


Yo le contaba estas cosas a mi madre, y ella, que llevaba el embarazo aún peor que cuando me esperaba a mí, postrada en aquella cama donde pasó, casi 8 de los 9 meses de embarazo, me sonreía y me diagnosticaba dos problemas:


Uno que tenía una cantidad de pelusa (envidia) que no podía con ella y otra que tenía que dejar de ver aquellos viejos vídeos que mi padre había coleccionado durante años. Ahora tengo la serie entera en DVD y me sigue encantando, pero ¿Cómo era posible que me tragase lo de la rata?

jueves, 24 de enero de 2008

Hoy he vuelto a recordar...

Estar enfermita como me encuentro estos días, me hace especiamente vulnerable psicológicamente... Y creedme que he empezado unas cuantas veces este post, pensando en poner algo optimista... Pero algo raro pasa dentro de mí, que no me deja pensar con claridad, y me devuelve malos recuerdos a la cabeza.
Pero no quiero hablar de ellos, aunque note que mi inunden. Son tan importantes en mi vida, que soy consciente que jamás podré olvidarlos.
En fín, que voy a intentar contar algo alegre desde un estado de ánimo triste. ¡Vamos a ver que pasa!
Aquél día estaba tumbada encima de "Veloz" mientras él dormía... Así quitaba el frío de aquélla horrible temporada invernal, que parecía aún más fría al estar la casa alejada de los vecinos. "Veloz" el caballo que yo montaba, aceptaba de buen grado que me tumbase en su lomo, mientras dormía, y yo notataba su respiración y hasta recuerdo que conseguíamos coordinarla en una sola, pareciendo así que nos habíamos fundíamos en uno.
Aquél calor, me llenaba de placer y me ayudaba a aplacar mi soledad, mientras Laika dormía también cerquita de nosotros.
Mi madre, me llamó, para adentro de la casa. Estaba como asustada, y me recuerdo con unas mariposillas en el estómago que no me dejaban ir. Había notado algo extraño en su voz y no sabía si me había pillado en alguna trastada.
En la cocina, sentados estaban mis padres, mi madre me dijo que tenía que acercarme y me invitó a ponerme en su regazo.
-Va a llegar alguien más a la casa, me dijeron
Los miré y toqué la barriga de mi madre. Sólo con eso supe, que esperaba un hermanito.

miércoles, 16 de enero de 2008

LA BODA DE MI MEJOR AMIG@

De vez en cuando, mi padre, mi madre y yo, íbamos a casa de Lucía, la chica a la que debo mi nombre a Peña Castillo. Mis padres habían hecho una gran amistad después de lo que os conté en y Plaf, nací. De hecho, el padre de Lucía es mi padrino. Lucía y yo, las dos Lucías, íbamos juntas al cine, a los centros comerciales de Santander y lo pasábamos fenomenal juntas.
Cuando venía Tony, la cosa era diferente, porque entre las dos había una especie de lucha de celos, que al final repercutía en que yo me sentía nadando entre dos aguas. Se peleaban, se tiraban hasta de los pelos y Tony, le escondía las orquillas del pelo, para que sus enorme cabellera rizada se le erizara como a un león.

Así que un día decidimos hacer oficial su enemistad, celebrando una especie de anti-boda en la que yo ejercía las labores de cura y Laika era la principal testigo, y Tony y Lucía se llamaban todas las salvajadas que se les ocurría. Tanto nos reímos aquella tarde, jugando a hacer la ceremonia, que Lucía y Tony empezaron a llevarse bien y hoy en día siguen siendo grandes amigos. En realidad, creo que inventamos el divorcio Express.

Boosterblogs.es

He decidido apuntarme a esto de http://www.boosterblog.es/ como mi amigo el Cote.
Vamos a ver que es y qué pasa...

lunes, 14 de enero de 2008

Luca, Laika, Tony y Mon y otr@s chic@s del montón en busca del "rayo verde"

Los fines de semana, Tony y yo, acompañados de Laika y mi padre (Mon), hacíamos pequeñas excursiones por los alrededores, unas veces a pié y otras a caballo. Descubrir las dunas y la entrada de la ría en Mogro fue para mí uno de los recuerdos más bonitos que tengo.
Parecía que aquél lugar estaba tocado por no sé que suerte de hechizo, sobretodo cuando al atardecer, se veían reflejados los últimos rayos de sol en el mar.

Mi padre, nos contaba que si te fijabas bien y nada te hacía perder la concentración, el último rayo de sol, que entraba en el mar, al juntarse el azul y el amarillo, ser veía un rayo verde. Así que cada vez que salíamos nos parábamos para ver el último rayo.

Parece mentira, pero una vez el sol empieza a esconderse, tarda muy poco en hacerlo del todo y puede apreciarse la velocidad del sol, perfectamente. El caso es que nos sentábamos y nos poníamos muy serios mirando al horizonte para ver el rayo verde y entonces ¡Plas! Mi padre pegaba una palmada, o estornudaba exageradamente o empezaba a decir que había visto cualquier cosa, en voz alta. Todo, claro, para hacernos perder la concentración.

(Pequeño salto en el tiempo) Cuando cumplí 13 años, mi padre me regaló el libro "El rayo verde" de Julio Verne, que conservaba desde que era niño.
Mientras escribo este post, he entrado en crisis. Os cuento por qué: Cuando acabé de leer el libro y entendí que es ciencia ficción, perdí la fe en el rayo verde y creí que no existía, pero me acabo de encontrar esto:

viernes, 11 de enero de 2008

Laika y la casa en La Luna

Cuando llegué a vivir a mi nueva casa, desolada por la "pérdida" de Tony, lo único que sacaba en positivo era el hecho de tener un enorme jardín, y que detrás de mi valla, sólo había campo y más campo. Aquello era como estar en la Luna, ya que muy cerca de aquí, había unas enormes dunas de arena. Y así bautizamos mi casa Tony y yo, la casa en la luna.
Así que podría hacer real mi gran añoranza, tener una mascota, ya que en mi antigua casa, me era imposible tener ni una pequeña tortuga.
Mi madre, no estaba muy segura de que yo, "marinervios" fuera capaz de cuidar nada, así que decía que iban a tener que comprarme un armadillo. Pero bueno, mi padre que es un bendito, la convenció y a la semana y media de estar allí, se presentaron con Laika,la perra del espacio.

Era preciosa, era una hembra color canela, muy buena, y muy cariñosa. A mi me recordaba al perro de "Los cinco" que era la colección de libros que mi padre tenía desde jovencito y que me leía cada noche en vez de un cuento normal.
Pues tanta ilusión me hacía la llegada de Laika que la primera semana nos stressamos las dos, ya que yo no podía dormir, porque sólo quería estar con ella y me despertaba por la noche para despertarla y disfrutarla un ratito más.

A la siguiente semana mis padres me tuvieron que llevar a dormir con ellos para que se nos pasara el stress tanto a Laika como a mí. Ahora éramos uno más en la familia. Tuve pasión por Laika. Fue mi primera mascota.

¿Os acordáis vosotros de la vuestra? ¿Qué fue? ¿Cómo se llamaba?


...Contadme también algo vosotros.

jueves, 10 de enero de 2008

La pequeña de la Casa

¡Estoy tan alucinada! Tantas visitas, mi primer día de andadura. Os tendré entonces que seguir contando cosas ¿No?

Fuí la única niña de la casa, casi hasta los 9 años. Bueno, éramos yo y mi tío, Tony, que era poco mayor que yo, y su único sueño era ponerse mi vestido de Primera Comunión. Bueno, el caso es que como Tony había sido un penalty de mi abuela cuando ya era bastante mayor, pues lo tuvo ¡Atención! con más de 50 años, mi tío Tony, se crió prácticamente bajo las faldas de mi madre.

Jugábamos juntos, discutíamos, nos pegábamos... Hasta que cuando tenía 5 o 6 años, mi madre, mi padre y yo, nos mudamos a Liencres, a sólo 6 kms de San Román, para poder empezar lo que se suponía un próspero negocio y disfrutar de una nueva casa. Pero a esa edad, las distancias son tan largas, que yo pensaba que me habían arrancado a mi tío Tony para toda la vida...

Aún recuerdo, lo que lloré en aquellos primeros días en Liencres... ¡No lo veía justo! me habían quitado a mi hermanita... ¡Sí! No es una errata, a mi tio Tony yo no lo veía como un hermano, lo veía como una hermana, con la que peleaba por mi traje de Comunión.

Tony, era (y es) un ser muy especial que desde entonces empezaba a quedarse en casa los fines de semana y todas las vacaciones.

Continuaré...

miércoles, 9 de enero de 2008

Y un día.... ¡plaf! ¡Nací!


Aunque no me acuerdo, tendré que creer las palabras de mi padre, cuando cada año el día de mi cumpleaños me cuenta, cómo nací. Tras un embarazo, problemático, en que mi madre tenía contracciones sin venir mucho a cuento, nací un 17 de febrero de hace casi 20 años, en la Residencia Cantabria, de Santander, con un peso exagerado para una primeriza. Pesé 5 Kgs y medio. Era enorme, así que todos pensaban que me parecía a mi abuela materna, Felicidad.
No, no es que me haga feliz haberme parecido a mi abuela, es que mi abuela materna, se llama Felicidad. Me libré del nombre por pura chiripa.
Pero lo que os iba a contar, la historia de mi nacimiento. El día que nací, hacía muchísimo frío en San Román, que es donde vivía de pequeña y de donde tuve que mudarme tras una serie de catastróficas desdichas; y tanto frío hacía, que mi madre, salió a llevarle sopa, a mi abuela, que vivía a un kilómetro en la carretera hacia Peña Castillo, tapada hasta las orejas y con la olla aún caliente.
Bueno, y esto es lo que me cuenta mi padre: Mi madre llevaba la cazuela envuelta en papel de aluminio y arrimada al pecho, para así calentarse, cuando de repente, notó un líquido caliente chorrear entre sus piernas y pensó que se le había vertido la sopa. Tan acostumbrada estaba a las continuas contracciones que sufrió durante el embarazo, que no se hizo ni caso y estaba rompiendo aguas. Por eso debe de ser que me gusta tanto la sopa...
Así que gritó tanto, que un coche que pasó por allí cogió a mi madre y la acercó al hospital, que está cerquita y allí sin llegar a quirófano, empezé asomar a este mundo...
Mi padre llegó corriendo me cogió entre los brazos, y en agradecimiento a quién nos llevó al hospital, dijo que me llamaría Lucía, como su hija.
Y desde entonces, seguimos siendo amigas y en muchas ocasiones nos juntamos y nos echamos una mano en nuestras cosas...

...Hasta la próxima

Me llamo Lucía, y hoy empiezo el blog

Hoy empiezo el blog de mi vida. Aquí os contaré mis cosas, a veces pondré fotos y os enseñaré a mis mascotas, a mis caballos, y los sitios donde salgo. Hablaré de mis cosas... en fín que me conoceréis un poco mejor...

Me llamo Lucía, pero por un equívoco cuando me llamaron en un casting para un catálogo de ropa juvenil, mi hermana me empezó a llamar Luca. Así que por eso, mi blog se llama Luca la loca.

Cuando tenga tiempo iré escribiendo mis cosillas....